El pasado 20 de noviembre se presentaba en la Sala Galileo de Madrid el libro Zozobras Completas, un escrito donde se recogen todas las letras del ya inmortal Javier Krahe. Para aquella ocasión se organizó un evento en el que se preparó un concierto homenaje con diversos invitados (músicos y no músicos) como El Gran Wyoming, Quequé, David Broncano, Eva Hache, Sabina… Y todos ellos acompañados por el trío que siguió a Javier Krahe en sus aventuras, los también inmortales y grandérrimos: Javier López de Guereña (guitarra), Fernando Anguita (Contrabajo) y Andreas Prittwitz (saxo, clarinete, flauta de pico y lo que le pongan).
Pues bien el Martes y 13, desafiando a toda suerte, la historia se repitió en el Café Central de Madrid. A modo de petit comité, se hacía una charla coloquio sobre Zozobras Completas con Pablo Carbonell, Julio Llamazares, Miguel Ángel Mendo y Óscar Ladoire. Lo de petit comité es un decir, porque había cola para entrar, pero ya se sabe que el Café Central tiene el aforo limitado. Pero vamos a lo que nos toca aquí, la música. Y es que después de la charla tocaba otro concierto, uno de los siete p
rogramados para esta semana, en homenaje al cantautor y poeta Javier Krahe. Al mando, el trío original que se lanzaba a cantar las canciones de su maestro con grandes resultados. «Como a Javier no le gustaban estas cosas, hemos decidido hacerlas a ver si, de indignado, conseguimos que se levante de la tumba» – decía Javier López de Guereña al presentar el concierto. «Tampoco le gustaba que tocáramos esta canción, así que por eso la vamos a tocar» y comenzaron con El Cromosoma una canción bastante olvidada pese a aparecer en aquel disco mítico de La Mandrágora.
Fernando, Javier y hasta incluso Andreas (de origen alemán pero de perfecto castellano) se intercalaron en el micro para hacer sonar las canciones de Javier Krahe con mucho acierto y momentos cómicos emulando lo que era un recital con Krahe. Entre medias, amigos y conocidos subieron a cantarse algún tema. El primero de ellos fue Alfonso del Valle, el acreditado como el primero en hacer una canción homenaje a Krahe tras su muerte. Cantó esta y El burdo rumor que sigue despertando risas aún conociendo los chistes de la letra. Luego les tocó el turno a Lalo Vacas quien tenía muy bien cogidos los gestos del cantautor al interpretar y de Dani Flaco a quien Krahe no dejó subir a tocar con él, pero que ayer su banda decidió hacerlo por aquello de molestar.
Tras un descanso, abría una suite interpretada por el trío con diferentes temas de Krahe. Andreas Prittwitz hacía de «voz» con sus instrumentos de vientos y Javier y Fernando respetaban los coros. Tocó también momento emotivo en el que Javier López de Guereña nos enseñó su canción homenaje a Krahe la que, según él, no pudo enseñarle en vida. Al final llegó el momento de alguien «muy cercano a Krahe. Tan cercano que a veces no sabía como quitárselo de encima». Era el turno de Pablo Carbonell con una ardua tarea: cantarse una canción fácil y una difícil. La «fácil» era Nembutal, y la difícil… bueno mejor lo véis en el vídeo.
(Al final [SPOILER] acabó cantando Vecindario no sabemos si improvisado o no)
El concierto acabó con dos bises. Andreas cantó ¿Dónde se habrá metido esta mujer? con marcado acento alemán («por hacerlo más duro») y Marieta cantada por todos los invitados. Y uno salía del Café Central con una sonrisa de oreja a oreja. Una sonrisa de recordar al vago burlón y de disfrutar de sus músicos, que transmiten una conexión y una alegría con las que te hacen sentir que tú estuvieras con ellos en el escenario siendo uno más, siendo un Javier Krahe anónimo. Y también sale uno, pensando que es muy bonito es hacer y vivir en esta vida lo que uno quiere y no lo que le mandan o compran.
Aprovechando esta semana de Homenaje a Javier Krahe, en La Cabaña por fin hemos emitido el especial a Javier Krahe en Radio Quintanar. Para los que os lo perdisteis aquí está en un cómodo y empaquetado podcast.
Rubén García