62.000 personas alcanzan el cielo de Madrid en Río Babel

y más de una docena de artistas han sido protagonistas de la cuarta edición de Río Babel que este sábado congregó a 17.000 personas para ver a Residente, Molotov o Rayden en La Caja Mágica de Madrid en su última jornada. A lo largo de tres días, cerca de 62.000 personas han vibrado en el festival, superando su propio récord de asistentes y recuperado la normalidad prepandémica.

La tarde ha arrancado con el “sol” de Ciudad Jara y su propuesta de canción de autor cargada de talento: “Vamos a olvidar estos dos años de pandemia con canciones”, “hasta de una situación así podemos extraer cosas buenas, como esta formación”, ha explicado su líder Pablo Sánchez que más tarde volvió a subirse al escenario para cantar un tema con Rayden.

Después fue el turno de Muerdo que ha dado un show muy emocional, con melodías a caballo entre el mediterráneo y Latinoamérica y mucho mensaje, destacando temas como “Lejos de la ciudad”, especialmente coreada por el público.  El murciano se ha referido a Madrid como esa ciudad a la que siempre quiere volver, aunque exprima todas sus energías. “Como decía Sabina, tan insufrible como insustituible”, contaba.

Más tarde, Rayden, ha puesto al reciento a mil revoluciones, acompañado de su poderosa banda, demostrando que su rap heterogéneo y directo vive uno de sus mejores momentos, en profunda comunión con el público. El artista ha destacado un sentimiento general: “la música es el mejor punto de encuentro entre la gente” y lo hemos visto también minutos más tarde en el siguiente concierto protagonizado por Fat Freddy’s Drop, otro de los platos fuertes de la noche que ha agitado a los presentes con sus ritmos envolventes. 

Residente, uno de los “cabeza” de cartel más aclamados del evento, que ha actuado a continuación, ha protagonizado un espectáculo descomunal y ha cumplido con sus propias expectativas: “estaba como loco por ver a la gente sentir y vibrar juntos, vamos a celebrar que estamos vivos y bailar hasta el final por los que hoy ya no están con nosotros”. No ha habido ni un segundo de descanso entre canciones, la gente estaba en éxtasis con él y su magistral banda o las proyecciones en pantalla que daban otra dimensión al contenido de sus temas. Era imposible no bailar y agitar la bandera del compromiso del músico puertorriqueño que alterna mensajes más lúdicos o provocativos –nadie le canta a la sensualidad como él- con letras más profundas, inspiradas, como ha relatado, en las experiencias de sus viajes: “se me hace más fácil escribir mirando y escuchando a mi alrededor”.

Ha reivindicado América Latina e incidido en el drama de la inmigración, unas palabras que han calado hondo entre el público formado por diversas nacionalidades, demostrando una vez más, el carácter diverso de Río Babel. También ha asegurado que en pandemia decidió arrancar su primer proyecto cinematográfico, su gran pasión, y que se encuentra inverso en el proceso de creación de una película junto a varios escritores españoles.

La noche se cerraba de la mejor forma posible con Querbeat, una orquesta de buen rollo de pop electrónico que se sale del mapa, Molotov, la banda más internacional de rock mexicano, ha brillado al más puro rock and roll -guitarras afiladas para celebrar 26 años de trayectoria y grandes éxitos como Puto- o ZOO, la gran revelación de la temporada que ha clausurado el evento.

Desde el jueves hasta hoy, se han dado un baño de multitudes en el festival artistas como Dani Martín que lució el repertorio de su gira “No, no vuelve”, un homenaje a El Canto del Loco, C. Tangana con “Sin cantar ni afinar” -un espectáculo a caballo entre el teatro, un concierto y videoclip que está considerado como lo mejor del año-, Tanxugueiras, Zahara con un show con guiños noventeros y homenajes al universo femenino, o Tu Otra Bonita con su maravillosa propuesta canalla.

Más allá de lo musical, esta cuarta edición del festival, ha marcado la diferencia con respecto a otros festivales por su escenario dedicado al humor, Babel Comedy, presentado por Inés Hernand e Iggy Rubín, y por el que han pasado cómicos como Goyo Jiménez, Eva Soriano, Ignatius Farray, Carolina Iglesias, Valeria Ros o Pablo Ibarburu, aupados por la gente como auténticas estrellas del rock.

Además, ha resultado un éxito el espacio ArtBabel que despertó la curiosidad de muchos asistentes con la exposición del primer colectivo de arte digital de artistas hispanos de España, Mintamintae. En todo momento, el acceso y salida al recinto, se ha desarrollado de manera fluida incluso en la jornada del viernes que alcanzó el sold out con 27.500 personas en La Caja Mágica. 

La música que ha sonado estos días en Río Babel ha sido tan diversa como el mar: del rock, a la electrónica, pasando por la rumba, el flamenco, la raíz, la canción popular y los géneros urbanos. Los músicos han coincidido en sus mensajes sobre el escenario: contra la homofobia, el acoso sexual, a favor de la diversidad, el empoderamiento femenino, la incitación al baile, a la fiesta, el carpe diem o el recuerdo de los días que dejamos atrás, ahogados por la pandemia. No han faltado las referencias a Madrid, la gran ciudad de acogida de todos, – a destacar el brindis que pidió Pucho por su localidad natal-, a los festivales que, programados con el corazón, aguantan las envestidas de la vida, representan a un público inquieto culturalmente y tolerante.

El festival, organizado por el equipo de Sonde3 Producciones, se ha asentado definitivamente con esta edición como uno de los grandes festivales de Madrid. Ha resultado mucho más que una celebración musical, Río Babel ha sido el lugar donde volvimos a recordar que el cielo de Madrid está al alcance de todos.

Fotografías: Nerea Coll

Responder

*

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies