El músico libanés Ara Malikian, considerado uno de los mejores violinistas de su generación, ha afirmado hoy que la cultura es, en tiempos de crisis, una de las cosas que «más sufre», aunque paradójicamente los conciertos en directo se encuentran «mejor que nunca».
Malikian ha hecho estas declaraciones en una entrevista con Efe, momentos antes de ofrecer un concierto en Ávila con el guitarrista argentino Fernando Egozcue, con quien protagoniza el espectáculo titulado ‘Con los ojos cerrados’.
El título, a su juicio, tal vez transmita el objetivo que persiguen, de crear «mucha magia» sobre el escenario para sentirse «más cerca» del público.
En este marco, Ara Malikian ha invitado a escuchar música «con los ojos abiertos o cerrados», de la misma forma que ha considerado que, en la actualidad, hay que tener «bien abiertos» los ojos para conocer «cosas hermosas».
«En el mundo y la vida hay muchas cosas hermosas, como la gente, la cultura o el respeto a los demás», aunque tal vez la cultura, en épocas «difíciles» sea «una de las cosas que más sufre», ha afirmado.
A la vez ha resaltado que los artistas y el mundo de la cultura «sufre» en estos momentos, lo que les hace «luchar más» e intentar «seguir trabajando para ofrecer música y arte al público».
En su opinión, la música, «en todos los siglos», ha vivido momentos «maravillosos» y ahora no es una excepción, porque «no existe un solo ser humano al que no le llegue la música», sea del estilo que sea.
Es más, a su juicio, los conciertos en directo se encuentran «mejor que nunca», pese a que las ventas de discos han caído, algo que también ocurre con la música clásica, un género sobre el que se ha mostrado convencido que continúa generando «miedo» en el público.
Es un miedo a «no entenderla o no poder disfrutarla», aunque el objetivo de Ara Malikian como músico es «hacer comprender que no hay que entender la música, sólo dejarse llevar por ella».
En esa situación ha considerado que los artistas clásicos tienen «parte de culpa», al transmitir, a veces, una «actitud arrogante», por lo que ha apostado por «tener los pies en la tierra y, humildemente, ofrecer música clásica a todo el mundo».
Acostumbrado a no parar sobre el escenario, a convertirse en un torbellino cuando interpreta y a ofrecer un auténtico espectáculo en sus conciertos, el éxito de Ara Malikian, a su juicio, no se encuentra en ofrecer un espectáculo llamativo, porque «la música no necesita ningún adorno para escucharla».
Sin embargo, en algunos de sus conciertos se fusiona la música clásica con el humor, porque le gusta «contar las cosas» de una forma amena para acercarlas más directa y fácilmente al público.
Ara Malikian es uno de los más brillantes y expresivos violinistas de su generación. Poseedor de un estilo propio, original e innovador. Nació en Líbano en el seno de una familia armenia, se inició en el violín a muy temprana edad de la mano de su padre y con 12 años dio su primer concierto. A lo largo de su carrera Malikian ha partido de sus raíces armenias y ha ido asimilando la cultura musical de medio mundo: árabe y judía, gitana y kletzmer, el tango argentino y el flamenco español. También ha obtenido numerosos premios en concursos internacionales.
EFE