Julián Maeso: La lucha del blues man blanco

Crónica de  marypurple

Concierto: Julián Maeso

Fecha: sábado 10 de noviembre de 2012

Sala: El Sol (Madrid)

                     La banda sale al escenario y los primeros aplausos suenan algo tímidos, pero se fortalecen cuando hace su entrada en escena Julián Maeso. Semblante serio. Silencio. Miradas de repaso y sincronización entre Maeso y sus músicos antes de hincarle el diente a la primera canción, “We live behind a shadow”, un tema adecuado para ir metiendo al público en materia. La noche empezaba con la  perspectiva de ser una prueba de fuego para Julián, quien poco a poco se está acostumbrando a ser frontman y a hacerse notar por algo más que por su voz y su hammond.

                      La primera parte del concierto estuvo protagonizada por los temas más potentes del disco. Sonó “What did you want my love for”, una composición al más puro estilo The Band, que trasladada al directo se engrandece y se designa como la perfecta banda sonora del desamor. Después se pudo disfrutar de “It’s been a hard day”  y de “You’d better not hurt me”, aderezada y revisada para el directo. La elaboración del repertorio tiene su lógica: los primeros temas fueron los menos profundos musicalmente. Quizá, para asentar la seguridad del propio Maeso y para que los allí presentes casi no se dieran cuenta que el recital que iban a presenciar esa noche les transportaría al Sur de EE.UU. El público se fue calentando y además de jalear a Juli (como le llaman sus amigos) cantaban estribillos. Había caras de sorpresa y admiración y todo el mundo estaba muy atento a lo que pasaba encima del escenario.

               La segunda parte del concierto se caracterizó por la profundidad y la negritud. La voz de Julián recordó por momentos al Joe Cocker de los setenta (otro artista al que se podría decir aquello de “negro, sal de ese cuerpo”). La magia llegó con la versión de “What a wonderfull world”, canción que le dedicó a su madre y que a pesar  de ser interpretada con una fragilidad sublime imprimió un tono de fuerza y esperanza en los allí presentes. Julián Maeso abandonó su hammond en muy pocas canciones; sólo lo hizo para tocar la guitarra y el bajo y ejercer realmente de líder. El escenario estaba tan lleno de instrumentos que apenas le quedaba espacio para moverse. Se echó en falta a parte de la sección de voces femeninas que han colaborado en su álbum “Dreams are gone”, aunque quien sí estuvo presente fue la enérgica Mayka Edjole (The Sweet Vandals) que interpretó el single “A hurricane is coming”.

                  David “El indio”, batería de Vetusta Morla y ex compañero de Julián en Speak Low también colaboró en el tema “Missing but singing” tocando los bongos. La sorpresa de la noche llegó cuando el bailarín de claqué Lucas Tadeo se subió al escenario para acompañar a la banda en el tema “Men & Ladies”.

                       Fue un concierto de esos en los que a Julián se le salió el alma por la boca y la banda fue su mejor apoyo. Su tímida sonrisa al final de cada canción, simulaba paliar ese halo de aflicción que le rodea cuando está tocando. Antes de terminar el concierto, se subió al hammond y saltó hacia el público. La lucha de Julián Maeso encima de un escenario siempre es para ofrecer gloria.  Ser un blues man, no es un oficio sencillo.

Texto: marypurple

Fotos: Jaime Massieu.

Publicado en  Moosic.es 

 

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