No es fácil para quien durante cuarenta años ha estado dedicado a ser pintor, sumergido diariamente peleando insatisfecho y obstinado, exigente y sincero, ponerme a escribir con reflexión.
Quisiera decir muchas cosas, pero solo tengo tiempo para pintar. Después de cuarenta años, me amanece siempre obsesionado y envenenado hasta el tuétano.
Cuarenta años de trabajo. «Un maravilloso regalo para mi mismo»….y sigo siendo acuario como me parió mi madre en un frío invierno manchego, como cuando a los doce años ya hacía bocetos con ilusión.
La misma meta con barba gris, quizá un poco más cercana.
Fco. Valbuena 1985
Pincha en la portada y disfruta
Edita: Asociación Cultural Música-Quintanar