Miguel Montana escribió el «Punto Final» a su larga carrera en los escenarios con un precioso, emotivo y enérgico concierto en el Círculo de Arte de Toledo

    Miguel Montana escribió el «Punto Final» a una larga carrera en los escenarios con un emocionante y enérgico concierto en el Círculo de Arte de Toledo arropado por  excelentes músicos, acompañado en algunas canciones por la maravillosa voz de su hija Bea Krauss. Con una sala repleta de  numerosos amigos, familiares, conocidos y admiradores de su brillante y larga carrera como cantautor. 

    Este pasado domingo 6 de noviembre el cantautor  toledano  Miguel Montana escribió el «Punto Final»  a una larga trayectoria en los escenarios. Lo hizo a lo grande, en el «templo» de la música toledana, en el escenario del Círculo de Arte. Antigua Iglesia de San Vicente, posterior Museo de Arte Religioso, almacén municipal,  más tarde se convirtió en aula de la Universidad de Toledo, siendo en la actualidad la sede del Circulo de Arte de  Toledo dedicada a conciertos,  a la expresión artística en general, la promoción cultural, el ocio nocturno, en definitiva, al ejercicio del pensamiento libre.

  Arturo Pariente al teclado, Chistian Luján, bajo y Víctor Díaz, batería, son los músicos que siempre le acompañan. Además, durante el concierto subieron al escenario los componentes de The Mountain Dew Band, grupo de música americana, country y bluegrass, ya desaparecido, en el que Montana tocaba la mandolina; Andy (guitarra), Israel (violín), Bea (voz), faltaba Guillermo (contrabajo). Pilar Crespo violinista,  antigua profesora del cantautor, también le acompañó interpretando  «África» otro  de sus temas que Montana  dedicó a su nieta.  

    Miguel Montana interpretó desde  su interior un buen puñado de canciones, todas de su propia autoría. Los buenos cantautores, Montana lo es,  interpretan sus temas desde lo más profundo y eso se nota, eso llega, eso transmite tanto que  llegan a emocionar a la audiencia y no porque sean amigos, que también. Durante el concierto iba dedicando canciones a sus familiares, a los que se apellidaban Sánchez, a los que se habían desplazado desde otros lugares para asistir al concierto, etc. 

     Pero, en mi opinión,  el momento más emotivo llegó con «El Blues del Paraíso» un tema inédito interpretado por primera vez y, quizá por ultima -según decía Miguel Montana- compuesto expresamente para un gran amigo, un amigo del alma, un amigo de la infancia fallecido este verano y al que dedicó la canción desde lo más profundo. Su voz era tan… desde dentro del alma, que la emoción fue recorriendo la sala del Círculo de Arte de Toledo hasta generar aplausos, abrazos y alguna que otra lagrima, todo mezclado, Bea, su hija, acabo fundida en un abrazo con su padre en el centro del escenario de esta emblemática sala toledana. 

  Casi dos horas de concierto en las que Miguel Montana dio un repaso a todos sus temas, dos horas en las que quedó patente que la música en directo es otra historia, es más,  la música de un cantautor es gratificante, te genera emociones, activa los sentidos y regenera la ilusión por la música, por los conciertos sin aditivos, sin «trampas»,  sin adornos innecesarios,  sin colorantes ni conservantes; al natural con la sola presencia que sus protagonistas en el escenario. 

 Según dice una de sus muchas biografías, a MIGUEL MONTANA La música le llegó por herencia paterna, ya en su juventud hizo sus primeros pinitos como guitarrista en un grupo. Estudió música, canto y violín en la Escuela de Música de Toledo, precisamente su profesora de violín Pilar Crespo le acompañó en el escenario interpretando «África» un tema dedicado a su nieta . Mientras tanto compaginaba su afición a la música con su trabajo de profesor.

  En 2016 publicó su primer disco en solitario “En desbandada” del que  es autor de la música y la letra de todos los  temas, un trabajo que convirtió en un viaje emocional por las canciones que le han acompañado durante los últimos años: historias, lugares, personas, son sus fuentes de inspiración en los 14 temas que contiene el CD con la canción de autor como eje común aunque mezclando diferentes estilos y ritmos musicales como pueden ser el soul, folk, blues, pop o country.  Además ha colaborado como músico, compositor y cantautor en diferentes trabajos y distintos proyectos.     

Su trayectoria musical ha estado muy ligada siempre tanto a la canción de autor como a la música americana de raíces, sintiéndose muy identificado con los cantautores de diferentes épocas y estilos y a su vez perteneciendo a grupos de música folk, country y bluegrass como instrumentista de guitarra y mandolina, en cuyos repertorios se recogían sus propias composiciones.

Esta es la historia de un gran concierto, de un cantautor; Miguel Montana,  al que conocía hace mucho tiempo de oídas, esos conciertos a los que uno asiste casi por casualidad y descubre a un gran cantautor, un excelente músico, y porqué no decirlo, a una gran persona.
Espero y deseo de todo corazón que lo de «Punto Final» no sea literal. 

Texto y Fotografías: Paco López

             

 

 

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